Archivo mensual: noviembre 2015

REFLEXIONES SOBRE LA BIOMECÁNICA DEL CRUZADO ANTERIOR Y SU APLICACIÓN CLÍNICA

El ligamento cruzado anterior es una estructura intra-articular y extrasinovial. Se sitúa en la escotadura intercondílea de la rodilla.

Se trata de un cordón envuelto por una membrana sinovial, que resulta más visible por delante.

Tiene que cumplir dos requisitos funcionales diferentes como son permitir la movilidad y a la vez otorgar estabilidad a la rodilla. El LCA permite gran resistencia a la tracción, siendo el más resistente de la rodilla soportando fuerzas de hasta 200N. Siendo la resistencia para el resto de ligamentos de la rodilla de unos 150 N para el cruzado posterior, 55 N para el colateral medial y de aproximadamente 50N para el colateral externo.

Sabemos que la función primaria del LCA es el control de la traslación anterior o cajón anterior de la tibia respecto al fémur. Teniendo como control secundario el control de la rotación interna en sinergia con los ligamentos colaterales. La distensión del LCA conlleva una inestabilidad con un aumento del ROM en rotación interna, por supuesto disfuncional, especialmente puesta de manifiesto durante el movimiento pasivo.

Por lo tanto podemos decir que existe relación entre el movimiento de la rodilla y la longitud del LCA. En ocasiones un cajón anterior estable al test respecto a la rodilla contralateral pero con un ROM aumentado en rotación interna pasiva puede ser indicativo de lesión incipiente del cruzado anterior sobre todo ante estabilidad de valgo y varo de rodilla. Este dato clínico puede ser relevante y hay que tenerlo presente, para prevenir lesiones graves del ligamento cruzado anterior.

Algunos autores consideran el LCA constituido por dos fascículos formados principalmente por colágeno tipo I, el anteromedial con una longitud de 33mm y el posterolateral con 18mm. Y se considera que tiene una sección transversal global algo mayor en hombres (47mm) que en mujeres (36mm).

cruzado

La artroscopia del LCA en diferentes posiciones de flexión de rodilla ha permitido incrementar el conocimiento sobre la función biomecánica del LCA. Conocemos gracias a estos estudios que entre 45-90º de flexión el ligamento está relajado, y conforme aumenta la extesnión de rodilla su tensión aumenta gradualemente.

Por otro lado, la contracción del cuádriceps con una posición de rodilla a 45º o menos tensa de manera importante el LCA.

Las fuerzas trasmittidas a través del LCA varían con la posición de la articulacion de la rodilla.

Según el estudio de Gabriel MT,Wong EK, Woo SLY et al (2004):

-Las cargas mayores se transmiten a través del fascículo anteromedial a los 60º y 90º de flexión.

-Las cargas mayores en el fascículo posterolateral se encuentran con extensión completa de rodilla.

-A los 15 grados de flexión no hay diferencias significativas de tensión entre los dos fascículos.

Con ángulos mayores de flexión, el fascículo anteromedial tiene mayor pico de fuerza, en el soporte de cargas que el fascículo posterolateral.

Como siempre un placer compartir.

Referencias

Gabriel MT, Wong EK, Woo SLY, et al. Distribution of in situ forces in the anterior cruciate ligament in response to rotatory loads. J Orthop Res. 2004;22:85–89

Li G, DeFrate LE, Sun G, et al. In vivo elongation of the anterior cruciate ligament and posterior cruciate ligament during knee flexion. Am J Sports Med. 2004;32:1415–1420.

Giuliani JR, Kilcoyne KG, Rue JPH. Anterior cruciate ligament anatomy:a review of the anteromedial and posterolateral bundles. J Knee Surg.2009;22:148–154.

Leon Siegel, BA,* Carol Vandenakker-Albanese, MD,† and David Siegel, MD, MPH.Anterior Cruciate Ligament Injuries: Anatomy, Physiology,Biomechanics, and Management (Clin J Sport Med 2012;22:349–355)