El trigémino es un nervio mixto que recoge la sensibilidad de los 2/3 anteriores del cráneo, fosa craneal anterior y media, de toda la cara, fosas nasales, órbita, cavidad bucal y su contenido. A su vez es el nervio motor de los músculos de la masticación (V3).
Las fibras sensitivas de este nervio nacen en el ganglio de Gasser, ubicado en el peñasco del temporal. El borde antero-externo del ganglio de Gasser da origen a las fibras que constituyen los nervios oftálmico, maxilar superior y parte sensitiva del nervio mandibular o maxilar inferior. Las fibras que parten del borde postero-interno de dicho ganglio forman la raíz sensitiva del trigémino, que se dirigen hacia atrás para terminar en una larga columna de sustancia gris a nivel del bulbo, llamada núcleo sensitivo del trigémino (Ricard 2008). Recordemos en este punto la existencia del núcleo trigémino cervical, de manera que clínica cervical suboocipital puede tener su origen en disfunciones neurales trigeminales periféricas, que no podemos obviar, y que tendremos que revisar, así como cefaleas de fosa anterior y media asociadas a neuralgia del trigémino.
Las ramas sensoriales más importantes son la auriculotemporal, alveolar lingual inferior, el nervio vestibular y la meníngea.
Las fibras motoras del trigémino, nacen de dos núcleos motores el principal en la protuberancia anular y el accesorio por encima del anterior en el mesencéfalo.
Las tres divisiones principales del trigémino son: la oftálmica (V1), maxilar (V2) y mandibular (V3) del nervio, se originan en sentido distal desde el ganglio. (Wilson-Pauwels et al 1988).

Según Zakrzewska, la rama mandibular (V3) es la que con mayor frecuencia se afecta en la neuralgia del trigémino, la más predispuesta al conflicto neural. Esta rama mandibular (V3) pasa a través de varios túneles osteofibrosos con distintas ramas y se fija a la mandíbula mediante tejido conectivo en varios sitios, por lo que tiene mayor predisposición a la disfunción neural periférica que el resto de las ramas (Isberg et al 1987, Butler 1991; Hall et al 1998).
El disbalance muscular de los músculos masticatorios, maseteros, pterigoideos y temporales, es otra de las causas de disfunción neural de compresión de esta rama, así como el atrapamiento en el canal mandibular del nervio alveolar inferior (Okeson 1995, Williams et al 1989, Ricard 2008). Estas zonas de conflicto pueden ser además sitios de generación de impulsos anormales (AIGS). Impulsos anormales que según Greening y otros autores se pueden generar ante disfunciones de la mecánica normal del nervio, o irritación neural mecánica y también bioquímica (Marbach 1993; Devor, 1994).
Distintos movimientos durante la dinámica de la cabeza, el cuello y la mandíbula tienen un impacto sobre el V3. La flexión cervical alta provoca un aumento de la tensión dural y en las meninges dorsales, los nervios craneales y los vasos sanguíneos dorsolaterales, así como en la parte laterointerna del bulbo raquídeo (Breig, 1978; Janetta 1982; Lang 1995; Doursounain 1989, Dimitroulis 1995, Butler 2002).
La carga neural del trigémino en el bulbo es mayor cuando se realiza un lateroflexión cervical contralateral de C0-C1-C2 (Barba et al 1984; Browsher 1988; Koos y Spetzler 1993, Butler 2002). Durante el deslizamiento contralateral de la mandíbula se crea una tensión caudal, en el nervio auriculotemporal, el nervio dentario inferior y la nervio lingual (Liguori et al 1998; Ethunandan 1999, Schmidt et al 1998, Tellioglu et al 2000). La apertura activa máxima de la boca hace que el nervio alveolar inferior aumente su longitud aproximadamente 8 mm en relación a la interface (Lougner et al 1990, Rosenquist 1996).
Según todo esto para testar correctamente el nervio trigémino en su conjunto y la rama V3 de manera específica, debemos usar como palancas el raquis cervical alto en flexión y side contralateral y la mandíbula en lateroflexión contralateral (con mayor o menor apertura bucal en función de lo que pretendamos sensibilizar el test), test con una buena fiabilidad según estudios realizados por Von Piekartz y Coppieters.
Igualmente utilizaremos estas mismas palancas en el tratamiento de #movilizaciónneuromeníngea o #neurodinámica del trigémino, prueba que podremos realizar con el paciente en supino a partir del PNF test (prueba de flexión pasiva de cuello), esta prueba también se puede realizar a partir del Slump cervical, con el paciente en sedestación (Von Piekartz 2002, Butler 2002).
Como siempre un placer compartir.